En 1990, Madonna no solo lanzó un hit mundial con Vogue, sino que también puso los reflectores en la escena ballroom, un movimiento underground de la comunidad LGBTQ+ que hasta entonces era poco conocido fuera de Nueva York. Con una coreografía icónica, un video lleno de glamour y una estética inspirada en las divas del cine clásico, Madonna convirtió el voguing en un fenómeno global.
El origen del voguing: mucho más que un baile
Antes de que Vogue llegara a MTV, el voguing ya era una forma de expresión en la comunidad ballroom de Nueva York. Desde los 80, esta escena era un refugio para personas LGBTQ+, especialmente de la comunidad afroamericana y latina, donde podían competir en “balls” mostrando sus mejores poses y movimientos inspirados en las revistas de moda. Era más que un baile; era una afirmación de identidad y resistencia.
La influencia de la comunidad ballroom en Vogue
Cuando Madonna lanzó Vogue, tomó inspiración directa de esta subcultura. De hecho, los bailarines que aparecen en el video y en su gira Blond Ambition eran figuras clave de la escena ballroom, como José y Luis Xtravaganza, miembros de la icónica House of Xtravaganza. Con su estética sofisticada en blanco y negro, el video dirigido por David Fincher se convirtió en una obra maestra visual y un homenaje a las estrellas del cine clásico como Marilyn Monroe y Greta Garbo.
Del underground al mainstream: impacto cultural
El éxito de Vogue fue inmediato, alcanzando el #1 en más de 30 países y llevando el voguing a una audiencia global. Si bien algunos criticaron a Madonna por apropiarse de la cultura ballroom, otros argumentan que su visibilidad ayudó a abrir puertas para la comunidad LGBTQ+, dándoles un espacio en la cultura pop que antes no tenían.
El legado de Vogue y su impacto hoy
Treinta años después, el voguing sigue vivo en la cultura pop. Series como Pose han ayudado a reivindicar sus raíces, mientras que artistas como Beyoncé, Rihanna y FKA twigs han incorporado estos movimientos en sus presentaciones. Aunque Madonna no inventó el voguing, su impacto en la cultura pop es innegable y su hit de 1990 sigue siendo un himno de empoderamiento y estilo.