1997: Hanson y el fenómeno “MMMBop”: ¿Una boyband alternativa que nadie vio venir?

En plena fiebre de Backstreet Boys y NSYNC, un trío de hermanos rubios llegó con una canción tan pegajosa como indescifrable. “MMMBop” no solo conquistó el mundo en 1997, también rompió el molde de lo que se esperaba de una boyband noventera. ¿Pop? Sí. ¿Ídolos adolescentes? También. ¿Pero alternativos? Sorprendentemente, un poco sí. 

1. No eran fabricados: escribían y tocaban todo

A diferencia de otras boybands de la época, Hanson escribía sus propias canciones, tocaba instrumentos y estaba profundamente influenciada por el rock clásico. Zac, Taylor e Isaac crecieron escuchando a The Beatles, Chuck Berry y Motown… ¡y eso se nota en la estructura funky-soul de “MMMBop”! 

2. El éxito global de un idioma inventado

Nadie sabía exactamente qué significaba “MMMBop”… y eso lo volvió aún más irresistible. El tema alcanzó el #1 en 27 países, incluida la cima del Billboard Hot 100. Su coro sin sentido pero ultra pegajoso se convirtió en el idioma oficial del verano del ‘97. Literalmente, todo el mundo lo tarareaba.

3. ¿Boyband o banda de hermanos con onda indie-pop?

Aunque tenían el look de boyband (guapos, jóvenes, carismáticos), su propuesta era más musical que coreográfica. Nada de coreos, nada de sincronización de outfits. Su estilo tenía más en común con bandas como The Lemonheads que con 5ive o 98 Degrees. ¿La prueba? Rolling Stone los puso en portada a tan solo meses de su debut.

4. Una fama explosiva… y una salida estratégica

Después del boom de Middle of Nowhere, Hanson prefirió no seguir la fórmula pop comercial y decidió alejarse del mainstream. Fundaron su propio sello y mantuvieron su carrera de forma independiente. Tal vez no volvieron al #1, pero siguen girando y con una base de fans lealísima. 🎶

5. “MMMBop”, mucho más que nostalgia

Hoy, “MMMBop” es símbolo de una era dorada del pop noventero, pero también un recordatorio de que el éxito puede venir de propuestas distintas. Hanson se convirtió en un fenómeno global sin sacrificar su esencia musical… y eso, en pleno 1997, era todo un acto de rebeldía pop.