Cómo Rick Astley se convirtió en un ícono del Pop en los 80

Antes de convertirse en el rey inesperado del internet gracias al Rickroll, Rick Astley ya era una superestrella con una de las voces más inconfundibles de los 80. Con solo 21 años, este chico de pelo rojo, traje ancho y voz de barítono hizo que el mundo entero se levantara a bailar. Su éxito fue meteórico, pero lo más impresionante es que sus canciones siguen sonando igual de frescas, pegajosas y llenas de groove.

Aquí te dejamos 5 temazos que prueban por qué Rick Astley es mucho más que un chiste viral… es una leyenda viva.

1. “Never Gonna Give You Up” (1987)

Sí, es imposible hablar de Rick sin mencionar su debut mundial. Pero más allá del chiste, “Never Gonna Give You Up” es un hit perfecto de pop ochentero: sintetizadores bailables, un bajo funk delicioso y una interpretación vocal que ningún adolescente de 21 años debería haber sido capaz de dar… pero Rick sí lo hizo. Fue #1 en 25 países.

2. “Together Forever” (1988)

Otro clásico de la dupla Stock Aitken Waterman, esta canción es todo lo que amamos del pop de los 80: romántica, energética, y absolutamente pegajosa. Suena como si pudieras caminar sobre una nube neón mientras canta Rick. También llegó al #1 en EE. UU., consolidando su estatus de hitmaker internacional.

3. “Whenever You Need Somebody” (1987)

Aunque fue el título de su álbum debut, muchos olvidan que esta canción también es una joyita pop que se ganó el corazón europeo. Con sintetizadores exuberantes y un groove irresistible, demuestra que Rick podía llenar pistas de baile sin dejar de sonar sincero y emotivo.

4. “She Wants to Dance with Me” (1988)

Esta fue la primera canción escrita por el propio Rick que lanzó como sencillo, y es una mezcla perfecta de pop, dance y actitud juvenil. Es pegajosa, divertida y tiene ese toque encantador de chico bueno que definía su imagen. ¡Una gema que no recibe el reconocimiento que merece!

5. “Cry for Help” (1991)

Cuando los 80 terminaron, Rick también evolucionó. Esta balada soul-pop demuestra su rango vocal y madurez artística. Un coro gospel, una letra desgarradora y una producción más orgánica la convirtieron en un éxito inesperado de los 90. Una prueba de que Rick tenía mucho más que dar… y lo sigue haciendo.