Porque sí: hubo un momento en los 90 donde el dúo sueco era imparable (aunque pocos lo reconozcan).
Cuando hablamos de íconos del pop en los 90, muchas veces se mencionan nombres como Madonna, Mariah Carey o Janet Jackson. Pero hay una historia que no se cuenta lo suficiente: Roxette, el dúo sueco formado por Marie Fredriksson y Per Gessle, dominó los charts, llenó estadios por todo el mundo y conquistó América Latina como pocas bandas lo lograron. Y no, esto no fue algo menor: en su mejor momento, Roxette fue más grande que Madonna en muchos países… y nadie parece recordarlo.
Este es un viaje de regreso a esa época donde “It Must Have Been Love” sonaba en cada radio, donde Marie brillaba con su voz y estilo únicos, y donde una banda sueca hizo historia sin hacer tanto ruido… pero dejando huella.
1. Roxette y los 4 hits #1 en Billboard que nadie te presume
No cualquiera logra colarse al #1 del Hot 100 una vez. Roxette lo hizo cuatro veces: The Look, Listen to Your Heart, It Must Have Been Love y Joyride. En una época dominada por artistas anglosajones, su sonido pop-rock con melodías pegajosas logró romper fronteras, y lo hicieron sin escándalos ni controversias: solo con talento.
2. América Latina: su segundo hogar
Mientras en Europa ya eran estrellas desde los 80, su impacto en Latinoamérica fue abrumador en los 90. Roxette llenó estadios en Argentina, Brasil, Chile y, por supuesto, México. Sus conciertos eran eventos masivos, con miles de fans cantando cada palabra. Para muchas, fue el primer concierto internacional de sus vidas… y eso no se olvida.
3. “It Must Have Been Love” y el fenómeno Pretty Woman
Este tema, parte del soundtrack de Pretty Woman (1990), los catapultó al nivel de súper estrellas. La canción no solo se convirtió en un himno de desamor, también ayudó a cimentar la conexión emocional entre Roxette y toda una generación. Esa balada sigue partiendo corazones hasta hoy.
4. Marie Fredriksson: una frontwoman única
Marie era poderosa, elegante, emocional. Su voz podía ser dulce o desgarradora, y su presencia en el escenario era magnética. En una industria que solía priorizar la imagen sobre el talento, ella brillaba con autenticidad. Su legado vocal está a la altura de las grandes… aunque no se diga tanto como se debería.
5. El olvido injusto (y por qué hay que hablar más de Roxette)
Después de los 90, su fama bajó un poco, pero nunca desaparecieron. Su música siguió sonando, sus giras continuaron, y su legado permanece. La industria puede haber pasado página, pero su impacto real no se puede borrar. Es momento de volver a poner a Roxette en el lugar que merece: el de leyendas pop globales.
Roxette fue gigante, aunque muchos no lo digan
Más allá de los charts, Roxette logró algo que muchos artistas envidiarían: crear una conexión emocional profunda con sus fans. Y aunque el mundo no siempre les da el crédito que merecen, nosotras sí lo hacemos. Porque en cada nota de Spending My Time, Fading Like a Flower o Dangerous, sigue viva una época donde ellos eran más grandes que nadie.