‘Come On Eileen’: La canción que casi destruye a Dexys Midnight Runners… y terminó conquistando el mundo

Antes del lanzamiento de Come On Eileen en junio de 1982, pocos creían que Kevin Rowland y Dexys Midnight Runners volverían a tener un éxito. El grupo había alcanzado el No. 1 en Reino Unido con Geno y su aclamado debut Searching For The Young Soul Rebels, pero la pérdida de casi toda la banda original y varios fracasos comerciales hacían pensar que su tiempo había terminado.

Desesperado por mantenerse a flote, Rowland reconstruyó la agrupación con una nueva alineación, incluyendo a la violinista Helen O’Hara, y adoptó una fusión única de soul, cuerdas celtas, jazz y blues. Obsesionado con crear algo auténtico, Rowland llevó al límite a sus músicos durante la creación de Come On Eileen, provocando incluso la salida de su colaborador más cercano, Jim Paterson, y el despido del saxofonista.

Las letras reflejan represión, deseo de escape y rebeldía juvenil, interpretadas con una intensidad emocional cruda y casi desesperada. La producción de Clive Langer y Alan Winstanley canalizó ese caos en una obra maestra del pop dramático. Sin embargo, el sello discográfico casi decide no lanzarla, y fue gracias a la insistencia de un promotor de radio que el sencillo vio la luz.

Contra todo pronóstico, Come On Eileen se convirtió en un fenómeno global. Fue el sencillo más vendido de 1982 en el Reino Unido y alcanzó el No. 1 en Estados Unidos, inmortalizando el estilo bohemio de la banda y validando la incansable determinación de Rowland.

Una canción que casi destruye a su creador, pero terminó dándole su mayor triunfo. Así nació un clásico.