El concierto “Back to the Beginning” no solo representó una despedida emotiva para Black Sabbath, sino también un hito histórico para el heavy metal por su masiva audiencia y su impresionante recaudación global.
Transmitido con dos horas de diferencia para todo el mundo, el evento alcanzó más de cinco millones de espectadores vía streaming. Con boletos digitales valuados en $29.99 dólares, la transmisión generó alrededor de 150 millones de dólares. Aunque las ganancias del espectáculo presencial fueron destinadas a beneficencia, aún no se ha confirmado si los ingresos del streaming seguirán el mismo destino.
Durante el concierto, Ozzy Osbourne interpretó cuatro clásicos junto a Black Sabbath —incluyendo “Paranoid” e “Iron Man”— y cinco temas de su carrera solista, entre ellos “Crazy Train” y “Mama, I’m Coming Home”. La actuación se consolidó como un momento inolvidable, tanto por la energía como por la emotividad de la ocasión.
El cartel incluyó figuras destacadas del metal y el hard rock, haciendo de esta velada una auténtica celebración del legado musical que definió a toda una era. El evento ya es considerado por la crítica como uno de los momentos más grandes en la historia del género.
Así, Black Sabbath se despide con un espectáculo monumental que honra su legado, marcando con fuerza su lugar eterno en la historia del rock.