Abogado de Sting responde a demanda de The Police por regalías

La batalla legal dentro de The Police ha escalado. Los abogados de Sting han respondido a la reciente demanda presentada por sus excompañeros, el baterista Stewart Copeland y el guitarrista Andy Summers, con una afirmación explosiva: en lugar de deberles dinero, es posible que les hayan “pagado sustancialmente de más”.

Según un reporte de The New York Times, la defensa de Sting argumenta que la demanda es un “intento ilegítimo” de reinterpretar un acuerdo que los tres músicos firmaron en 2016. La semana pasada, Copeland y Summers demandaron al vocalista por más de 2 millones de dólares (aproximadamente 37 millones de pesos), alegando que se les deben “tarifas de arreglistas” por la “explotación digital” del catálogo de la banda.

Sin embargo, el equipo legal de Sting sostiene que el acuerdo de 2016, que se firmó para resolver una disputa anterior sobre los ingresos de las canciones en cine y televisión, ya cubre este tipo de regalías y que, bajo una interpretación de esos términos, sus compañeros ya han sido sobrepagados.

Una Disputa que se Remonta a los Años 70

Este conflicto no es nuevo; es la culminación de casi 50 años de tensiones financieras. La disputa se origina en la formación de la banda en 1977, cuando Sting, como compositor principal, acordó pagar a Copeland y Summers el “15 por ciento de algunas regalías” de las canciones que escribiera para el grupo.

Este acuerdo informal fue formalizado en 1981 y revisado nuevamente en 1997, después de que Copeland y Summers alegaran que se les había pagado de menos “durante un período considerable”. El acuerdo de 2016, que ahora está en el centro de la nueva disputa, fue el último intento de resolver estas tensiones.

Las Cifras Detrás de los Éxitos

Para entender la magnitud de lo que está en juego, basta con mirar las cifras de uno de sus mayores éxitos. Como único compositor acreditado de “Every Breath You Take”, se estima que Sting gana anualmente alrededor de 740,000 dólares solo por esa canción.

La nueva demanda se centra en cómo se reparten las ganancias en la era del streaming y la explotación digital, un terreno que no estaba claramente definido en los acuerdos originales. Esta batalla legal amenaza con añadir un capítulo final y amargo a la historia de una de las bandas más exitosas y conflictivas de los años 80.