¿Sabías que uno de los hits más icónicos de los 80 casi no existía? Así es: en 1981, una canción con tintes retro, voz rasposa y un beat contagioso conquistó las listas de popularidad y nuestros corazones. Se llamaba “Bette Davis Eyes” y era interpretada por la inolvidable Kim Carnes.
Una joya reciclada con ADN setentero
Aunque pareciera sacada directamente de la era MTV, “Bette Davis Eyes” fue escrita originalmente en 1974 por Jackie DeShannon y Donna Weiss… ¡en versión country-pop! Pero fue Kim Carnes quien, junto con su productor Val Garay, la reinventó con sintetizadores, percusiones más marcadas y una vibra oscura y sensual que definió una era.
El hit que nadie vio venir
Lanzada en marzo de 1981, la canción no sonaba como nada de su época. Su ritmo peculiar, la voz rasposa de Carnes y su aire cinematográfico hicieron que destacara al instante. Para mayo, ya era #1 en el Billboard Hot 100 y se mantuvo ahí ¡nueve semanas consecutivas! Superando incluso a titanes como Blondie y Hall & Oates.
¿Y quién era Bette Davis?
La letra hace referencia a los intensos ojos de Bette Davis, una actriz de la era dorada de Hollywood famosa por su mirada penetrante. Lo mejor es que a la mismísima Davis le fascinó la canción y hasta escribió una carta agradeciendo el homenaje. ¡Icónica reaccionando a lo icónico!
Un legado que sigue brillando
“Bette Davis Eyes” no solo ganó el Grammy a Grabación del Año y Canción del Año, también se convirtió en un símbolo del pop sofisticado de los 80. Hoy, su sonido sigue influyendo a artistas y aparece en películas, series y playlists nostálgicas. Una prueba más de que, a veces, las canciones menos esperadas son las que realmente hacen historia.