El 5 de julio en Birmingham, la ciudad donde todo comenzó, Black Sabbath se despide definitivamente de los escenarios. La formación original subirá por última vez al escenario y comparte cómo desea ser recordada por las generaciones venideras.
Black Sabbath, pioneros absolutos del heavy metal, ha revelado cómo desea ser recordado antes de su último concierto con alineación original: Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward se reencontrarán este 5 de julio para cerrar un ciclo que cambió la historia del rock. Será un adiós definitivo, según palabras de cada integrante, quienes no prevén volver a compartir escenario tras este evento.
Tony Iommi, el alma riffica de Sabbath, reflexionó sobre el camino recorrido: “Lo importante es creer en lo que se hace y seguir ese rumbo. Nunca rendirse.” Al hablar de su legado, expresó: “Por lo que aportamos. Por crear este sonido e inspirar a otras bandas a construir sobre él.”
Bill Ward, conocido por su fuerza visceral en la batería, fue claro: “Demostramos que está bien ser extravagante, intensos, agresivos y hasta ruidosos. Eso es lo que amo de nosotros.” Mientras tanto, Geezer Butler resumió con orgullo: “Fuimos cuatro personas de clase trabajadora que desafiaron las probabilidades, con fe inquebrantable en lo que hacíamos y el respaldo de una audiencia leal e insuperable.”
Sobre un posible álbum final, las posturas son variadas. Iommi y Butler coincidieron en su descontento con la producción de 13 (2013) bajo Rick Rubin, mientras que Ward expresó abiertamente su deseo de grabar de nuevo: “Me encantaría hacerlo.” Por su parte, Osbourne, aunque debilitado físicamente, no descarta seguir grabando música de forma independiente: “Si el proyecto me interesa, seguiré cantando.”
Black Sabbath no solo fundó un género, sino que construyó un legado cuya sombra sigue siendo inmensa e influyente. El último concierto será más que una despedida: un homenaje al espíritu del metal, nacido en Birmingham, pero resonante en todo el mundo.