Las girlbands que reinaron antes de las Spice Girls (y que merecen más amor)

Antes de que el “girl power” de las Spice Girls se apoderara del planeta, ya había chicas dándolo todo en los escenarios, con hits que dominaron los charts, looks icónicos y armonías que todavía nos enchinan la piel. Estas girlbands marcaron el camino del pop femenino y hoy es momento de darles el lugar que merecen.

Exposé: las reinas del freestyle ochentero

Con un sonido que mezclaba synthpop y ritmos latinos, Exposé conquistó las listas con Point of No Return, Seasons Change y Come Go with Me. Fue el primer grupo femenino en tener cuatro top 10 de un mismo álbum debut. ¡Eso es histórico y casi nadie lo menciona!

Wilson Phillips: herencia rockera, alma pop

Formado por hijas de The Beach Boys y The Mamas & the Papas, este trío no necesitó apellidos para brillar. Hold On fue un himno emocional que las llevó al #1 del Billboard Hot 100 en 1990, y su estilo limpio, vocalmente poderoso, inspiró a muchas girlbands noventeras y dosmileras.

Bananarama: las más cool del new wave

Si hubo un grupo que combinó actitud, moda ochentera y hooks inolvidables, fue Bananarama. Cruel Summer, Venus y I Heard a Rumour las convirtieron en una de las girlbands con más entradas en las listas británicas. Pioneras en hacer pop bailable con estilo sin tomarse demasiado en serio.

En Vogue: elegancia y empoderamiento

Aunque compartieron década con las Spice, En Vogue merece mención aparte. Su combinación de R&B, soul y moda los 90s las volvió referentes del girl power antes del término. Don’t Let Go (Love) y Free Your Mind son verdaderas lecciones de actitud y técnica vocal.

Ellas también lo hicieron primero

Estas bandas rompieron esquemas, vendieron millones de discos y demostraron que el pop femenino no necesitaba permiso para sonar fuerte. Sin ellas, la explosión de girlbands que vino después simplemente no habría sido posible.

5 canciones pop de los 90 que fueron un éxito… ¡y ahora casi nadie recuerda!

¿Te acuerdas de esa rola que no paraba de sonar en la radio, en MTV y en cada fiesta de secundaria… pero que ahora nadie menciona? Bienvenida a este viaje noventero por esos hits que fueron mega famosos y luego desaparecieron con sus artistas casi sin dejar rastro. Pero tranquila, seguro aún te sabes el coro completo.

1. “Steal My Sunshine” – Len (1999)

Con su vibe chill, este dúo canadiense nos regaló un one hit wonder que sonó todo el verano del ‘99. El sampleo playero y la letra que no entendíamos del todo no importaban: era imposible no corear el “If you steal my sunshine…”.

2. “Mmmbop” – Hanson (1997)

Ok, ellas siguen activos, pero seamos honestas: ningún otro sencillo superó el boom de “Mmmbop”. Era pegajosa, confusa, y nadie sabía bien lo que decían, pero eso no impidió que fuera #1 en medio mundo.

3. “How Bizarre” – OMC (1995)

Una joya neozelandesa con trompetas, voz rasposa y una energía extraña pero irresistible. “How bizarre, how bizarre…” es todo lo que necesitaban para quedarse en tu cabeza por días. Nadie sabe qué pasó con ellos, pero su canción sigue en nuestras playlists secretas.

4. “Torn” – Natalie Imbruglia (1997)

Sí, es una gran balada, sí, todos la hemos cantado con sentimiento, pero… ¿alguna vez escuchaste otra canción suya? Exacto. Torn fue su peak absoluto, y aún así, su lugar en la historia pop está asegurado.

5. “Barbie Girl” – Aqua (1997)

Sabemos que no la olvidaste del todo, pero muchas veces nos da pena admitir que sí la cantábamos a gritos. Este éxito absurdo y adictivo fue el sello noventero de Aqua, quienes después se perdieron entre burbujas de plástico rosa.

Estos hits brillaron intensamente, pero por poco tiempo. A veces basta con una sola canción para dejar huella… y sí, aunque ya casi nadie los recuerde, tú sí los sigues cantando en la regadera.

New Kids on the Block: la boy band que lo cambió todo antes de los Backstreet Boys

Antes de que los Backstreet Boys y NSYNC dominaran la escena pop de los 90, hubo un grupo que pavimentó el camino para todas las boy bands que vinieron después: New Kids on the Block. Con coreografías sincronizadas, looks coordinados y millones de fans gritando su nombre, NKOTB fue un fenómeno global que definió la era dorada del pop adolescente.

Del barrio a la fama mundial

Formados en Boston a mediados de los 80, NKOTB fue la apuesta del productor Maurice Starr, quien ya había trabajado con New Edition. Su fórmula fue clara: chicos carismáticos, canciones pegajosas y una imagen cuidadosamente curada. En poco tiempo, Donnie, Jordan, Joey, Jonathan y Danny se convirtieron en los ídolos de toda una generación.

Hits, giras y locura pop

Temas como Step by Step, You Got It (The Right Stuff) y Hangin’ Tough se volvieron himnos instantáneos. Sus conciertos se llenaban en minutos y las filas para verlos eran kilométricas. Fueron pioneros en el concepto de boy band moderna, con un marketing agresivo que incluía muñecos, loncheras, posters y hasta caricatura animada.

La histeria teen nunca volvió a ser igual

El impacto de NKOTB fue tan fuerte que abrieron la puerta para todo lo que vino después. Sin ellos, no existiría el fenómeno Backstreet Boys ni la fiebre NSYNC, y mucho menos el furor por One Direction o BTS. NKOTB creó la plantilla: cinco chicos con personalidades distintas, armonías perfectas y conexión directa con sus fans.

¿El legado? Más vivo que nunca

Aunque su apogeo fue en los 80 y principios de los 90, NKOTB sigue vigente con giras de nostalgia, colaboraciones con otros grupos de la época y una base de fans que los sigue adorando. Ellos no solo fueron los primeros: siguen siendo íconos del pop.

Cuando Aqua nos enseñó que el pop también podía ser absurdo (y pegajoso)

En los 90, el pop tuvo mil caras: desde baladas románticas hasta hits bailables. Pero hubo una banda que rompió todos los moldes con humor, color y letras que nadie podía sacarse de la cabeza. Aqua llegó con pelucas, beats electrónicos y un Barbie world que lo cambió todo.

“Barbie Girl” y el boom del eurodance absurdo

Lanzada en 1997, Barbie Girl fue un éxito inmediato que se volvió parte del ADN pop de la década. Con una letra hilarantemente absurda, una estética exagerada y voces teatrales, Aqua logró que millones corearan una canción que parecía una broma… ¡pero que se volvió icónica! Detrás del beat, había una crítica al consumismo disfrazada de juguete pop.

Mucho más que un one-hit wonder

Aunque muchos recuerdan solo Barbie Girl, Aqua tuvo otros éxitos igual de pegajosos: Doctor Jones, My Oh My y Turn Back Time demostraron que sabían jugar con distintos sonidos, desde la electrónica pura hasta baladas con un twist. Su primer disco vendió más de 14 millones de copias, algo enorme para una banda danesa con letras excéntricas.

El poder de no tomarse en serio

Aqua rompió con la seriedad del pop estadounidense dominado por divas y boy bands. Ellos llegaron con pelucas de colores, videos como caricaturas y un mensaje claro: la música también puede ser ridícula y divertida al mismo tiempo. Su irreverencia fue su mayor fortaleza.

Un regreso con nostalgia y glitter

Después de separarse en los 2000, Aqua regresó en la década de los 10s con nueva música y giras nostálgicas que demostraron que su estilo nunca pasó de moda. Hoy, siguen siendo un referente para artistas que mezclan humor, estética kitsch y música pegajosa sin miedo al qué dirán.

El ascenso y caída de Milli Vanilli: la estafa pop que rompió corazones en los 90

Fueron guapos, estilosos, bailaban como dioses y tenían hits imparables… pero no cantaban. La historia de Milli Vanilli es uno de los escándalos más impactantes del pop noventero. Pasaron de ganar un Grammy a ser el hazmerreír de la industria, todo por un engaño que nadie vio venir. ¿Cómo fue que dos chicos con tanto carisma terminaron protagonizando una de las mayores estafas musicales de la historia?

1. La fórmula perfecta del pop… en apariencia

Rob Pilatus y Fab Morvan eran el dúo ideal para conquistar MTV: energía, moda, acento exótico y presencia escénica. Su álbum Girl You Know It’s True fue un exitazo, vendió millones y colocó sencillo tras sencillo en el top de Billboard. Pero mientras las fans gritaban por ellos, había un pequeño secreto escondido tras bambalinas: sus voces no eran las que se escuchaban.

2. El playback que lo cambió todo

Todo se vino abajo cuando durante un show en vivo, el track de fondo se trabó y repitió en loop “Girl you know it’s… girl you know it’s…”. El playback quedó al descubierto. Aunque intentaron disimularlo, la duda ya estaba sembrada. Meses después, se confirmó lo que muchos ya sospechaban: ni Rob ni Fab cantaban. Eran solo la imagen.

3. El Grammy más fugaz de la historia

En 1990, recibieron el Grammy a Mejor Artista Nuevo. Poco después, tuvieron que devolverlo: el escándalo explotó cuando su productor confesó que las voces eran de otros cantantes. Fue un antes y después para la industria, y una lección brutal sobre autenticidad y la presión por vender una imagen.

4. La tragedia detrás del escándalo

Rob Pilatus no logró recuperarse del golpe mediático y emocional. Luchó con adicciones y murió en 1998, a los 32 años. Fab, por su parte, reconstruyó su carrera como DJ y vocero de la autenticidad. La historia de Milli Vanilli dejó claro que el precio de la fama puede ser altísimo cuando se construye sobre una mentira.

5. ¿Víctimas o villanos?

A más de 30 años del escándalo, muchas voces defienden que Rob y Fab fueron más víctimas del sistema que estafadores. La industria quería un producto perfecto, y ellos solo siguieron el juego. Hoy, el caso de Milli Vanilli sigue siendo una advertencia sobre los peligros del showbiz… y una historia que sigue fascinando por su drama, música y tragedia.

“No Scrubs” de TLC: El hit noventero que se convirtió en himno feminista sin pedir permiso

En 1999, TLC nos entregó un sencillo que hizo historia: “No Scrubs”. Lo que parecía solo una rola pegajosa con coreografía lista para MTV, terminó siendo una declaración de principios para toda una generación de morras hartas de conformarse con menos. Y lo más icónico: jamás fue pensado como un “himno feminista”… pero terminó siéndolo. ¿Por qué conectó tanto? ¿Qué tenía ese coro que se nos quedó tatuado? Aquí te lo contamos todo.

1. ¿Qué es un “scrub”?

Antes de Tinder y de los ghostings, existía el “scrub”: ese tipo que no aporta, que presume lo que no tiene, y que además pretende ligarte desde el asiento del copiloto. La palabra la popularizó Lisa “Left Eye” Lopes con flow afilado, y se convirtió en un término universal para identificar a los hombres que simplemente no dan una. Así nació el filtro musical que muchas no sabíamos que necesitábamos.

2. Un coro que se volvió mantra generacional

“No, I don’t want no scrub…” ¿Quién no ha cantado eso con coraje, despecho o liberación? Más allá de la melodía pegajosa, el tema puso sobre la mesa una narrativa nueva: las mujeres diciendo con seguridad qué no quieren, sin rodeos ni disculpas. Y eso, en plena era de los boy bands y la “chica buena”, fue un acto de rebeldía pop en sí mismo.

3. Un fenómeno que cruzó fronteras y géneros

El éxito de “No Scrubs” fue inmediato. Número 1 en Billboard, rotación diaria en MTV y miles de parodias (¿recuerdas “No Pigeons”?). Pero más allá de las cifras, TLC le dio voz a muchas. Incluso artistas actuales como SZA, Doja Cat o Lizzo han mencionado a TLC como influencia, reconociendo cómo este hit abrió la puerta a una lírica femenina más directa, poderosa y cero complaciente.

4. Lisa, T-Boz y Chilli: íconos sin pedirlo

La química entre las tres integrantes también jugó un papel clave. Eran cool, talentosas, únicas y auténticas. Y aunque la industria intentó meterlas en moldes, ellas hicieron lo que quisieron. TLC no solo tenía estilo, tenía mensaje. “No Scrubs” fue solo la cereza feminista en un pastel ya muy empoderador.

5. Hoy, “No Scrubs” sigue más viva que nunca

Han pasado más de 25 años y el tema sigue vigente en playlists, TikToks, memes y hasta debates sobre relaciones sanas. Porque aunque cambien los términos, el fondo es el mismo: saber lo que mereces y no conformarte. Y ese es un mood que nunca pasa de moda.

5 looks que prueban que Cher siempre estuvo adelantada a todos (y lo sabías)

Cher no solo cantaba himnos pop o rompía récords en la música… también dictaba moda desde antes que existiera Instagram. Con una mezcla única de glamour, rebeldía y cero miedo al qué dirán, Cher fue —y sigue siendo— un ícono de estilo que nadie ha podido igualar. Estos 5 looks lo demuestran todo: ella no seguía tendencias, las creaba.

1. El naked dress de los Oscar 1988: pura audacia con lentejuelas

Antes de que todas se lanzaran con transparencias en la alfombra roja, Cher ya lo había hecho… ¡y con estilo! Su vestido de Bob Mackie, con brillos, plumas y abdomen al aire, fue un momento histórico. Nadie más podía hacerlo así de icónico (y con un Oscar en la mano).

2. El conjunto de plumas en los Met Gala que nadie olvida

Mucho antes de que el Met Gala se volviera una competencia por likes, Cher llegaba y redefinía el concepto de “drama fashion”. Su look en 1974, con plumas, pedrería y espalda descubierta, aún vive en los moodboards de diseñadores actuales.

3. El traje biker futurista de “Turn Back Time”

Ese body negro de cuero con cadenas, medias de red y actitud de “yo mando aquí” quedó tatuado en la historia del pop. ¿Quién más podía rockear un look de motociclista galáctica en un portaaviones sin que pareciera disfraz? Solo Cher.

4. El glam psicodélico en los 70 con Sonny & Cher

Flecos, estampados, botas altísimas, pelucas… Cher mezclaba lo hippie con lo high fashion en televisión nacional, y lo hacía ver como lo más natural del mundo. Muchas de sus combinaciones aún inspiran editoriales de moda hoy en día.

5. Su vestido de “Believe”: brillo, transparencias y poder

Cuando regresó con Believe en los 90, lo hizo envuelta en un outfit plateado que mezclaba sensualidad con futurismo. A los 52 años, Cher le recordó al mundo que el estilo no tiene edad ni fecha de caducidad.

Cómo el soundtrack de Romeo + Juliet cambió la forma en que escuchamos música en el cine

En 1996, Baz Luhrmann no solo reinventó la tragedia de Shakespeare con un Leonardo DiCaprio que nos robó el aliento. También revolucionó el papel de la música en el cine con un soundtrack que se volvió tan icónico como la propia película. Romeo + Juliet no fue solo una historia de amor trágico… fue una revolución musical que aún se siente en las películas actuales.

Pop, alternativo y pasión: una mezcla explosiva para los 90

Antes de Romeo + Juliet, los soundtracks solían ser colecciones de score clásico o temas pop pegados al final. Pero esta peli mezcló escenas dramáticas con tracks de Radiohead, Garbage, The Cardigans y Des’ree, dándole a cada momento un peso emocional y estético que conectaba directo con una nueva generación.

El amor adolescente nunca sonó tan profundo

¿Recuerdas esa escena de Leo y Claire Danes viéndose por primera vez a través del acuario con Kissing You de fondo? Imposible no sentir mariposas. Cada canción se usó como un personaje más, narrando lo que los protagonistas no decían con palabras.

Un soundtrack tan poderoso que vivió más allá del cine

El álbum vendió millones de copias en todo el mundo, se convirtió en oro y platino en varios países, y ayudó a posicionar a bandas como The Cardigans o a revivir el hype por Radiohead. Incluso hoy, muchos fans descubren esta peli por la música.

Cambió las reglas para siempre

Gracias a este soundtrack, los estudios empezaron a buscar curadurías musicales más atrevidas y significativas. Pelis como Moulin Rouge! (del mismo Luhrmann) o Twilight siguieron esta fórmula: usar canciones pop para intensificar las emociones y hablarle a una audiencia joven.

5 Momentos que convirtieron a Clueless en el referente máximo de la moda pop en los 90

Cuando Clueless se estrenó en 1995, nadie imaginaba que una comedia adolescente se convertiría en un ícono de estilo atemporal. Pero gracias a sus looks impecables, frases memorables y vibra fashionista, la película no solo definió una década, sino que marcó a toda una generación de amantes de la moda. Cher Horowitz y su guardarropa digital siguen siendo inspiración hasta hoy.

1. El outfit de cuadros amarillos que se volvió legendario

El conjunto amarillo de falda plisada y saco con estampado tartán de Cher (Alicia Silverstone) no solo fue el primer look que vimos, fue el que definió la estética de toda la película. Desde entonces, ha sido replicado en editoriales, disfraces y pasarelas. Un verdadero statement.

2. El clóset computarizado que TODAS queríamos

Antes de que existiera Pinterest, Cher ya tenía un sistema digital para elegir outfits. Ver cómo su computadora mezclaba prendas y armaba looks fue un sueño tech-fashion adelantado a su tiempo. En plena era de los CD-ROMs, esto era simplemente revolucionario.

3. La transformación de Tai, la mejor secuencia de makeover

El cambio de imagen de Tai (Brittany Murphy) es uno de los momentos más icónicos del cine teen. No solo mostró el poder de la moda como expresión personal, sino que reflejó el típico ritual noventero de “encontrar tu estilo”, algo con lo que muchas se identificaron.

4. Los accesorios, peinados y beauty looks

Gomitas de colores, mini mochilas, lapiceros con pompón, peinados con pinzas, gloss brillante… Clueless nos dio un manual visual de los 90s, y cada detalle fue perfectamente pensado para inspirar (y vender) estilo adolescente en todas partes del mundo.

5. El impacto duradero en la cultura fashion

Diseñadores, editoriales y series como Gossip Girl o Euphoria le deben mucho a Clueless. A casi 30 años de su estreno, la película sigue siendo una referencia clave de la moda, y su influencia se siente en cada revival noventero actual.

La guerra del pop en 1987: Michael, Whitney y Prince compitieron por el trono musical

1987 fue un año explosivo para la música pop. En un mismo calendario coincidieron tres titanes en su mejor momento: Michael Jackson, Whitney Houston y Prince. Cada uno con un estilo único, conquistaron las listas, los escenarios y millones de corazones, desatando una competencia no declarada por el trono del pop. ¿Quién ganó? Spoiler: todas salimos ganando.

Michael Jackson regresó con ‘Bad’ y noqueó a todos

Después del éxito aplastante de Thriller, Michael tenía que demostrar que no era un fenómeno pasajero. Y vaya que lo hizo. Bad salió en agosto de 1987 y fue un bombazo: cinco sencillos #1 en Billboard, videos icónicos dirigidos por Scorsese y un tour mundial que rompió récords. Michael no solo bailaba como nadie, también sabía cómo dominar la industria.

Whitney Houston se convirtió en la voz femenina más poderosa

Mientras Michael y Prince se disputaban el estilo, Whitney jugó otra liga: la de la perfección vocal. Su segundo álbum Whitney debutó en el #1, algo nunca antes logrado por una artista femenina. Con hits como I Wanna Dance with Somebody y Didn’t We Almost Have It All, Whitney era imparable, elegante y completamente magnética.

Prince apostó por la experimentación con ‘Sign o’ the Times’

Prince nunca quiso sonar como nadie. En Sign o’ the Times (1987) combinó rock, funk, soul y electrónica en un disco doble que hoy es considerado una obra maestra. Con canciones como If I Was Your Girlfriend o U Got the Look, Prince demostró que el pop también podía ser raro, provocador y profundamente creativo.

Los tres dominaron con propuestas distintas y rompieron moldes

Lo más fascinante es que ninguno imitaba al otro, y aún así, los tres lograron lo imposible: mantenerse en la cima durante el mismo año. Cada uno representó una cara distinta del pop —el showman, la diva vocal y el genio experimental—. El 87 fue un año donde la competencia sacó lo mejor de todos.

¿Quién se llevó el trono?

El público fue el verdadero ganadorAunque en cifras Michael arrasó, la verdad es que 1987 fue un momento histórico porque coexistieron tres leyendas en su punto más alto. Las charts estaban llenas de magia, y para las fans, cada viernes de lanzamientos era un regalo. ¿Cómo no extrañar una época así?