Cyndi Lauper concluyó su gira mundial de despedida, “Girls Just Wanna Have Fun Farewell Tour”, con una noche histórica y llena de estrellas en el Hollywood Bowl de Los Ángeles. Para su último gran concierto, la icónica cantante de 72 años estuvo acompañada en el escenario por leyendas de la talla de Cher, Joni Mitchell, John Legend y SZA.
Después de un año recorriendo el mundo con 69 conciertos, la noche del sábado se convirtió en una celebración inolvidable de su carrera. Uno de los momentos más emotivos fue la aparición de Joni Mitchell. La legendaria cantautora de 81 años, quien raramente se presenta en público, se unió a Lauper para interpretar su clásico de 1971, “Carey”, actuando sentada y conmoviendo a la audiencia.
La noche continuó con más sorpresas: John Legend ofreció una sentida versión al piano de la balada de 1983 “Time After Time”, mientras que la estrella del R&B contemporáneo, SZA, compartió el escenario con Lauper para un poderoso dueto de su himno de 1986, “True Colors”, demostrando la influencia intergeneracional de su música.
Un Final Épico con Cher
Para el gran final, el espectáculo alcanzó su punto álgido. Cyndi Lauper presentó a su última invitada con una declaración contundente: “Esta mujer es una de las artistas modernas más famosas de todas, así que hay una nueva chica en la ciudad que quiere divertirse”. En ese momento, la icónica Cher apareció en el escenario para interpretar junto a ella el himno definitivo de 1983, “Girls Just Want to Have Fun”.
En medio de un espectáculo de fuegos artificiales, una emocionada Cyndi Lauper se despidió de sus fans. “Buenas noches, lleguen a casa seguros, cuídense unos a otros… los amo”, declaró, al borde de las lágrimas.
No es un Retiro, es una Despedida de las Giras
A pesar del nombre de la gira, Cyndi Lauper ha aclarado previamente que este no es el final de su carrera musical. La “gira de despedida” se refiere a su decisión de dejar de realizar tours a gran escala, pero ha dejado la puerta abierta para presentaciones ocasionales en el futuro.
Este último concierto no solo fue el cierre de un capítulo, sino una poderosa afirmación del legado de Lauper como una de las artistas más queridas e influyentes de su generación, capaz de reunir a leyendas y a nuevas estrellas para celebrar su música.