El reconocido actor francés Gérard Depardieu ha sido declarado culpable de agredir sexualmente a dos mujeres durante el rodaje de una película en 2021. Con una sentencia suspendida de 18 meses y una multa de €29,000, su caso sacude al mundo del cine justo al inicio del Festival de Cannes.
Depardieu, de 76 años, fue condenado por agredir a una directora asistente de 34 años y a una encargada de vestuario de 54 durante la filmación de Les Volets Verts en París. Según los testimonios presentados ante el tribunal, el actor realizó tocamientos inapropiados, comentarios obscenos y mostró un comportamiento intimidante en el set. El tribunal también ordenó su inscripción en el registro de agresores sexuales en Francia.
El caso ha generado una gran conmoción no solo por el perfil del actor —ganador de premios y con una carrera internacional desde los años 70— sino por el contexto: denuncias previas, comentarios públicos de figuras como Brigitte Bardot y una ola creciente de testimonios que apuntan a un patrón de conducta.
La defensa de Depardieu, encabezada por el abogado Jérémie Assous, anunció que apelará la sentencia, aunque el juez criticó duramente su actitud hacia las víctimas, calificándola de “excesivamente agresiva” y ordenando una compensación adicional de €1,000 a cada una por el trato recibido durante el juicio.
El veredicto ocurre en un momento clave para la industria, coincidiendo con el inicio del Festival de Cine de Cannes. Una de las víctimas expresó: “Hoy es una victoria. La justicia ha hablado”. Su abogada destacó que este caso debe marcar el fin de la impunidad en el cine francés, llamando a no olvidar a las víctimas.
La condena de Gérard Depardieu envía un poderoso mensaje a la industria cinematográfica y al mundo: el abuso de poder y la violencia sexual no pueden quedar impunes, sin importar el estatus del agresor. La justicia francesa ha dado un paso firme en defensa de las víctimas, mientras crece el llamado a una transformación profunda en el entorno artístico.