“It’s A Hard Life”: El legado emocional de Freddie Mercury con Queen

En el verano de 1984, Queen lanzó una de las piezas más conmovedoras de su carrera: It’s A Hard Life. Escrita por Freddie Mercury, esta balada no solo conquistó las listas europeas, sino también los corazones de quienes aún hoy la consideran una joya del rock.

It’s A Hard Life debutó en el puesto 23 del chart británico en su semana de estreno, marcando el vigésimo quinto sencillo de Queen en Reino Unido. Su ascenso fue inmediato: una semana después ya figuraba en el Top 10, alcanzando el número 6. A nivel internacional, brilló con fuerza en Irlanda y los Países Bajos, aunque su recepción en Estados Unidos fue más discreta.

Brian May, guitarrista de la banda, ha declarado que considera esta canción como una de las más hermosas que escribió Freddie Mercury. La describió como una composición salida directamente del corazón, en la que Mercury se abrió emocionalmente durante su creación. La producción fue meticulosa, trabajada con detalle por ambos músicos.

It’s A Hard Life formó parte del exitoso álbum The Works (1984), el cual ya había generado gran impacto con los sencillos Radio Ga Ga y I Want To Break Free. Aunque no logró el mismo éxito comercial en EE. UU., It’s A Hard Life consolidó la imagen artística y vulnerable de Mercury, contrastando con su habitual teatralidad.

A finales de ese mismo año, Queen siguió cosechando logros con Hammer To Fall y el sencillo navideño Thank God It’s Christmas, cerrando así un año extraordinario en el que lograron colocar cinco sencillos en las listas británicas.

It’s A Hard Life permanece como un testimonio íntimo del talento lírico de Freddie Mercury y de la capacidad de Queen para explorar nuevas dimensiones emocionales dentro del rock. Un clásico atemporal que sigue resonando con fuerza cuatro décadas después.