La historia detrás de “Everybody Wants To Rule The World” de Tears For Fears

Pocas canciones definen tan bien el espíritu de los años 80 como “Everybody Wants To Rule The World” de Tears For Fears. Un himno atemporal que sigue sonando con fuerza, no solo por su melodía inconfundible, sino por el poderoso mensaje que encierra.

Lanzada en 1985 como parte del exitoso álbum Songs from the Big Chair, esta pieza se convirtió rápidamente en un clásico del pop ochentero. Con una combinación perfecta entre sintetizadores, guitarras y una letra reflexiva, la canción alcanzó el número uno en Estados Unidos y se posicionó en los primeros lugares de las listas internacionales.

El tema, a diferencia de otros éxitos de la época, no solo invita a moverse al ritmo de su pegajoso estribillo, sino que esconde una crítica social sobre la ambición, el poder y el precio que las personas están dispuestas a pagar por alcanzarlo. En entrevistas, Curt Smith y Roland Orzabal han señalado que la letra refleja las tensiones políticas de aquellos años, así como la constante lucha por el control y la supremacía a nivel global.

El impacto de “Everybody Wants To Rule The World” ha trascendido generaciones. Su presencia es constante en películas, series y comerciales, reafirmando su estatus como una de las canciones más representativas de la década de los 80. Además, ha sido versionada por numerosos artistas, lo que confirma su relevancia cultural y su vigencia en la actualidad.

Para quienes vivieron la época, escuchar este tema es revivir una parte esencial de la juventud, mientras que para nuevas generaciones, es una puerta de entrada al legado sonoro de los 80. Tears For Fears logró, con esta canción, capturar una verdad universal que sigue vigente: todos quieren gobernar su pequeño mundo, pero pocos comprenden el costo de hacerlo.

Hoy, “Everybody Wants To Rule The World” sigue siendo un referente de la música ochentera y un recordatorio de que el poder y la ambición siguen marcando la historia, dentro y fuera de la música.