¿Quién no ha tarareado alguna vez ese icónico “I always feel like somebody’s watching me”? Somebody’s Watching Me no solo es uno de los himnos más pegajosos de los 80, sino también una joya de paranoia pop que brilla gracias a una voz inconfundible: Michael Jackson. Pero aquí viene la sorpresa: este éxito no fue de Michael, sino de Rockwell, un artista que casi pasa desapercibido si no fuera por la magia y el talento prestado del Rey del Pop. ¿Quieres saber cómo una canción sobre paranoia se convirtió en un clásico y qué papel jugó Michael en todo esto? Sigue leyendo, que esta historia tiene todos los ingredientes para atraparte.
Lo que hace única a Somebody’s Watching Me es su vibra ochentera cargada de misterio y una letra que refleja esa sensación tan humana de ser observado y juzgado, casi como un reality show antes de que existieran. Rockwell, cuyo nombre real es Kennedy Gordy, hijo de Berry Gordy (fundador de Motown), buscaba su lugar en la industria musical y encontró en esta canción su gran oportunidad.
Pero la verdadera chispa la puso Michael Jackson, quien no solo cantó los coros sino que también aportó su energía y carisma inconfundibles. Su participación fue clave para que el tema explotara en las radios y MTV, aunque Rockwell era el artista principal. La combinación de la paranoia lírica con la producción impecable y la voz del Rey del Pop hizo que el tema escalara posiciones rápidamente y se convirtiera en un hit global.
Además, la canción tuvo un videoclip que encapsuló perfectamente esa sensación de ser vigilado, con un toque divertido y un estilo visual muy 80s que hoy sigue siendo referencia en la cultura pop. Somebody’s Watching Me trascendió su tiempo y sigue siendo un clásico que resuena en playlists, fiestas y, claro, en memes sobre paranoia.
Lo más fascinante es cómo esta canción logró conectar con la audiencia gracias a ese aura de misterio y el talento oculto detrás del hit. Rockwell no tuvo muchos otros éxitos igual de grandes, pero este tema le asegura un lugar eterno en la historia de la música, siempre con el sello inolvidable de Michael Jackson.