El reciente concierto de Oasis en el estadio de Wembley, parte de su esperada gira de reunión, se vio marcado por una tragedia que conmovió al público: Lee Claydon, de 45 años, perdió la vida tras caer desde una de las gradas superiores. Lo acompañaban su hermano y sobrinos, y aunque las autoridades aún investigan, todo indica que se trató de un accidente.
Claydon, descrito por su familia como un ser querido y trabajador, asistía al evento como parte de una celebración familiar. Su padre desmintió versiones malintencionadas y reiteró que era una persona responsable, cuyo fallecimiento ha causado un profundo dolor. “Tenía todo por delante, amaba a su hijo”, declaró.
En solidaridad, se organizó una campaña en GoFundMe, iniciativa de su hermano Aaron, para apoyar económicamente a la pareja de Claydon, Amanda, y a su hijo Harry. La colecta superó las £7,000 en pocos días, reflejando la empatía de cientos de personas tocadas por esta pérdida.
Oasis emitió un comunicado lamentando el suceso y ofreciendo sus condolencias a la familia y amistades del fan. Por otro lado, algunos asistentes al concierto manifestaron su preocupación por las condiciones de seguridad, señalando exceso de consumo de alcohol y suelos resbalosos. Wembley respondió afirmando que sus protocolos cumplen con los más altos estándares de seguridad internacional.
Las autoridades locales han solicitado a quienes tengan videos del momento que colaboren con la investigación. Esta tragedia resalta la importancia de mantener estrictos controles de seguridad en eventos masivos.