En el marco de los Geneva Watch Days 2025, la prestigiosa Maison Perrelet presenta dos nuevas colecciones femeninas que combinan innovación técnica con refinamiento estético: Cleopatra y Josefina. Se trata de hermosos relojes joya que celebran la belleza, el poder y el misterio de las mujeres a través de un diseño impregnado de historia, lujo y movimiento perpetuo.
El alma de Perrelet: la innovación del doble rotor
En estas nuevas creaciones la identidad de la Casa suiza está marcada por una herencia única. Abraham-Louis Perrelet, su fundador, revolucionó la relojería al crear el primer movimiento automático. Con ello liberó a los relojes de bolsillo de la dependencia de la cuerda manual. Esa visión pionera se ha mantenido viva durante más de dos siglos.
En 1995, Perrelet volvió a sorprender al mundo con un avance que cambió las reglas del juego: el doble rotor. Esta configuración permite que dos masas oscilantes –una debajo del movimiento y otra sobre la esfera– trabajen en perfecta armonía para alimentar de energía al reloj. El resultado no solo es técnico, también visual: una danza perpetua que cautiva la vista y da vida a la carátula.
Este dispositivo, símbolo de la Casa, se ha reinventado en múltiples ocasiones, cada vez con mayor delicadeza. Hoy, con Cleopatra y Josefina, alcanza un nuevo nivel de sofisticación femenina.
Cleopatra y Josefina: relojes que cuentan historias
Cada colección toma su nombre de figuras históricas que trascendieron por su carisma y magnetismo.
Cleopatra, la última reina del Antiguo Egipto, es recordada por su inteligencia, su belleza y su capacidad de seducción. Inspirado en su figura, el reloj luce un rotor central en forma de abanico, realzado con 30 diamantes y delicadas incrustaciones de nácar. Una pieza que evoca el esplendor de los templos egipcios y la eternidad del Nilo.
Josefina de Beauharnais, la primera esposa de Napoleón Bonaparte, fue símbolo de elegancia y musa de artistas. La creación que lleva su nombre está adornada con diamantes dispuestos en forma de cascada, como si fueran fuegos artificiales congelados en el tiempo. El resultado es un espectáculo de luz que refleja la gracia y el poder de la emperatriz.
En ambos modelos, el doble rotor convierte el más mínimo movimiento de la muñeca en un espectáculo hipnótico. Una coreografía de reflejos que resalta aún más con las esferas decoradas con motivo solar.
Lujo que se siente ligero
A pesar de su apariencia majestuosa, ambos relojes son sorprendentemente cómodos. Están elaborados en titanio de grado 2, material ligero y resistente, con cajas de 36.5 mm. Se ofrecen con bisel pulido o engastado con 64 diamantes naturales, y en cinco colores de carátulas que evocan los orígenes de sus musas:
- Cleopatra: Perla del Nilo (nácar blanco), Azul de Tebas (azul cielo), Rocío de Alejandría (rosa), Pluma de pavo real (verde petróleo) y Kohl Eterno (antracita)
- Josefina: Perla Imperial (nácar blanco), Azul de sajonia (azul), Seda de los boudoirs (rosa), Verde Imperial (verde) y Terciopelo de Napoleón (negro).
El brazalete de cinco filas en titanio, con cierre desplegable y sistema de cambio rápido, puede sustituirse por una correa de piel a juego con el color de la carátula, otorgando al reloj versatilidad y un toque monocromático refinado.
El corazón que late dentro: Calibre P-181-H
Más allá de su belleza, estos relojes encierran una obra de ingeniería impecable: el calibre de manufactura propia P-181-H. Con solo 4.9 mm de grosor, este movimiento automático integra el doble rotor y ofrece una reserva de marcha de 42 horas. Sus 100 componentes y 26 rubíes son el reflejo de un savoir-faire que respeta la tradición mientras busca la innovación.
Los acabados hablan por sí mismos: platina circular, puentes con Côtes de Genève, masa oscilante calada con el logotipo de Perrelet. Una ventana de cristal de zafiro en el reverso permite admirar su perfección, convirtiendo a cada pieza en un espectáculo de alta relojería.
Un canto al universo femenino
Con Cleopatra y Josefina, Perrelet no solo presenta dos relojes: entrega a las mujeres contemporáneas piezas que rinden homenaje a su fuerza, gracia y singularidad. Son relojes que laten al compás de la historia, con diamantes que atrapan la luz y un doble rotor que no deja de bailar.